INDICE
01 LA SEÑAL DE LA CRUZ
02 EL PADRENUESTRO
03 AVE MARIA
04 GLORIA
05 ACTO DE CONTRICION
06 COMUNION ESPIRITUAL
07 INVOCACION AL ESPIRITU SANTO
08 CANTICO DE LA VIRGEN MARIA
09 SALVE
10 BAJO TU AMPARO
11 ORACION DE SAN BERNARDO
12 BENDITA SEA TU PUREZA
13 ORACION DE SAN FRANCISCO
14 ACTO DE AMOR A CRISTO CRUCIFICADO
15 ORACION DEL PADRE FOUCAULD
16 ORACION DEL HOMBRE NUEVO
17 VISITA AL SANTISIMO
18 OFRECIMIENTO DIARIO POR LA HUMANIDAD
19 OFRECIMIENTO A LA VIRGEN MARIA
20 TOMAD SEÑOR Y RECIBID
21 ORACION DEL CONDUCTOR
22 ORACION DE LOS NOVIOS
23 AL LEVANTARSE
24 AL MEDIODIA
25 REGINA COHELI
26 BENDICION DE LA MESA
27 AL ACOSTARSE
28 LOS SACRAMENTOS
29 LA SANTA MISA
30 SANTO ROSARIO
31 VIA CRUCIS
32 LOS MANDAMIENTOS
33 LAS BIENABENTURANZAS
34 LOS SIETE DONES DEL ESPIRITU SANTO
35 LOS DOCE FRUTOS DEL ESPIRITU SANTO
36 LAS TRES VIRTUDES TEOLOGALES
37 LAS CUATRO VIRTUDES CARDINALES
38 LAS CATORCE OBRAS DE MISERICORDIA
39 LOS SIETE PECADOS CAPITALES
40 LOS MANDAMIENTOS DE LA IGLESIA
41 CANTO DEL MAGNIFICAT
42 SALVE REGINA
43 CREDO
01
LA SEÑAL DE LA CRUZ
Por la señal + de la Santa Cruz
de nuestros + enemigos
líbranos Señor + Dios nuestro
En el nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo .
Amén.
02
EL PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día,
perdona nuestras ofensas
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden,
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amen.
EL PADRENUESTRO EN LATÍN
Pater Noster, qui es in caelis,
sanctificétur nomen Tuum,
adveniat Regnum Tuum,
fiat volúntas tua, sicut in caelo et in terra.
Panem nostrum cotidiánum da nobis hódie,
et dimitte nobis débita nostra,
sicut et nos dimittímus debitóribus nostris;
et ne nos indúcas in tentationem,
sed libera nos a malo.
Amén.
03
EL AVE MARIA.
Dios te salve, María, llena eres de gracia,
El Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
04
GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén
05
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero,
Creador, Padre y Redentor mío:
por ser tú quién eres, Bondad infinita,
y porque te amo sobre todas las cosas,
me pesa de todo corazón de haberte ofendido;
también me pesa porque puedes castigarme
con las penas del infierno.
Ayudado de tu divina gracia,
propongo firmemente nunca mas pecar,
confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Amen.
06
COMUNIÓN ESPIRITUAL
Creo, Jesús mió, que estás presente
en el Santísimo Sacramento del Altar,
te amo sobre todas las cosas
y deseo recibirte dentro de mi alma.
Mas, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven espiritualmente a mi corazón.
No permitas, Jesús mió,
que jamás me aparte y separe de ti. Así sea.
07
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles
y enciende en ellos el fuego de tu amor.
V. Envía Señor, tu Espíritu y habrá una nueva creación.
R. Y renovarás la faz de la tierra.
Oración: Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo;
haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre el bien y gozar de su consuelo.
Por Cristo Nuestro Señor. Amén.
08
CÁNTICO DE LA VIRGEN MARIA
Proclama mi alma la grandeza del Señor
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador,
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
- como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
09
SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
A ti llamamos los desterrados hijos de Eva;
a ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y, después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!.
Ruega por nosotros, santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar
las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén
10
BAJO TU AMPARO
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios: No desprecies nuestras súplicas en
las necesidades, mas líbranos siempre de todos los peligros. ¡Oh Virgen gloriosa y bendita!
11
ORACIÓN DE SAN BERNARDO
Acuérdate, oh piadosísima Virgen Maria, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que
han acudido a tu protección, implorando tu asistencia y reclamando tu socorro, haya sido abandonado de ti.
Animado con esta confianza, a ti también acudo, ¡oh Madre, Virgen de las vírgenes!.
Y, aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante tu presencia soberana.
No deseches mis súplicas, ¡oh Madre de Dios!, antes bién, inclina a ellas tus oídos y dígnate atenderlas favorablemente. Amén
12
BENDITA SEA TU PUREZA
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa,
Virgen sagrada María,
Te ofrezco en este día
alma, vida y corazón,
mírame con compasión,
no me dejes, Madre mía.
13
ORACIÓN ATRIBUIDA A SAN FRANCISCO
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz:
donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yó perdón;
donde haya discordia, ponga yo armonía;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo la fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo la luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
Que no me empeñe tanto;
en ser consolado, como en consolar;
en ser comprendido, como en comprender;
en ser amado, como en amar.
Porque dando, se recibe;
olvidándose de sí, se encuentra;
perdonando, se es perdonado;
muriendo; se resucita a la Vida.
14
ACTO DE AMOR A CRISTO CRUCIFICADO.
No me mueve, mi Dios, para quererte,
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.
Tú me mueves, Señor, muéveme al verte
clavado en esa cruz y escarnecido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.
Muéveme, en fin, tu amor de tal manera,
que, aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera;
porque, aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero, te quisiera.
15
ORACIÓN DEL PADRE FOULCAULD
Padre,
me pongo en tus manos,
haz de mí lo que quieras;
sea lo que sea, te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo, con tal que tu voluntad
se cumpla en mí y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Padre.
Te confio mi alma,
te la doy con todo el amor de que soy capaz,
porque te amo y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con una infinita confianza,
porque tú eres mi Padre.
16
ORACIÓN DEL HOMBRE NUEVO.
Concédeme Señor,
SERENIDAD para aceptar las cosas que no puedo cambiar,
VALOR para cambiar lo que puedo;
SABIDURÍA para conocer la diferencia.
17
VISITA AL SANTÍSIMO
Se repite cinco veces: Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar.
Sea por siempre bendito y alabado.
Padre nuestro... Ave María... Gloría al Padre.....
Y una sexta vez por las intenciones del Papa.
Dios mío, que estás aquí presente, yo te adoro con toda humildad, quiero amarte
con todo mi corazón y concluir este día y toda mi vida en tu servicio. Amén.
18
OFRECIMIENTO DIARIO POR LA HUMANIDAD
Dios, Padre nuestro,
Yo te ofrezco toda mi jornada,
mis oraciones, pensamientos, afectos y deseos,
palabras, obras, alegrías y sufrimientos,
en unión con tu Hijo Jesucristo,
que sigue ofreciéndose a ti en la Eucaristía,
por la salvación del mundo.
Que El Espíritu Santo que guió a Jesús,
sea mi guía y mi fuerza en este día,
para que pueda ser testigo de tu amor.
Con María, la Madre del Señor y de la Iglesia,
te pido especialmente por las intenciones del Papa
y de nuestros Obispos para este mes.
19
OFRECIMIENTO A LA VIRGEN MARIA.
¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre mía!
Yo me ofrezco enteramente a ti. Y, en prueba de mi filial afecto, te consagro en este día
mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser.
Ya que soy todo tuyo, Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén
20
TOMAD, SEÑOR Y RECIBID.
Toma, Señor, y recibe
toda mi libertad, mi memoria,
mi entendimiento
y toda mi voluntad,
todo mi haber y mi poseer.
Tu me lo diste,
a ti, Señor, lo torno.
Todo es tuyo.
Dispón de todo según tu voluntad.
Dame tu amor y tu gracia,
que ésta me basta.
21
ORACIÓN DEL CONDUCTOR
Dame, Señor, mano firme y mirada vigilante,
para que mientras conduzco no cause daño a nadie.
A ti, Señor, que das la vida y la conservas,
te suplico humildemente que guardes hoy mi vida.
Libra, Señor, a quienes me acompañan,
de todo mal, enfermedad, incendio o accidente.
Enséñame a hacer uso de mi coche
para remedio de las necesidades ajenas.
Haz, Señor, que no me arrastre el vértigo de la velocidad,
y que. admirando la belleza de este mundo,
logre seguir y terminar felizmente mi camino.
Te lo pido, Señor, por los méritos de tu Santísima Madre,
y por la intercesión de San Cristóbal,
especialmente protector de los conductores. Amén.
22
ORACIÓN DE LOS NOVIOS.
Somos novios, Señor, y nos queremos mucho.
Un buen día nos encontramos y nos reconocimos, como si siempre nos hubiéramos buscado.
¡Qué experiencia maravillosa, para cada uno, sentirse elegido, preferido, sin saber muy bien por qué!.
Sentimos tu presencia, Señor, y te damos las gracias por haber hecho posible este amor.
Queremos tenerte siempre presente entre nosotros;
- para que seamos abiertos y sinceros;
- para que busquemos el bien y la alegría del otro;
-para que nos esforcemos en cambiar y ofrecernos cada uno lo mejor de sí mismo;
- para que el deseo y la pasión no ahoguen nuestro amor sincero;
- para que juntos forjemos un ideal-vocación para toda la vida y nos unamos un día para alcanzarlo.
Deseamos, Señor, que llegue el día en que sellemos para siempre nuestro amor con el sacramento del matrimonio.
Haz que nuestro noviazgo sea un camino de maduración y que seamos conscientes del compromiso mutuo que asumiremos en tu presencia. Amén.
23
AL LEVANTARSE
+ (Señal de la Cruz)
Yo te adoro, Señor y Padre mío,
y te amo con todo mi corazón.
Te doy gracias por haberme creado y hecho cristiano
y por el nuevo día que me regalas.
Te ofrezco las acciones de este día;
haz que sean según tu voluntad y para mayor gloria tuya.
Líbrame del pecado y de todo mal.
Que tu gracia esté siempre conmigo
y con todos los que yo quiero. Amén.
(Rezo del Padrenuestro y tres Avemarías).
- Puede hacerse el "Ofrecimiento diario por la humanidad" y el "Ofrecimiento a la Virgen María"
24
AL MEDIODÍA
ÁNGELUS
El Ángel del Señor anunció a María;
y concibió por obra del Espíritu Santo.
Dios te salve, Maria....
Aquí está la esclava del Señor;
Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, Maria....
Y el Hijo de Dios se hizo hombre;
Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, Maria....
V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
Oración. Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, y con la intercesión de la Virgen María, a la gloria de la resurrección.
Por Jesucristo, Nuestro Señor. Amén
25
REGINA COELI
(En tiempo pascual, en lugar del Ángelus se recita esta oración)
Reina del cielo, alégrate, aleluya,
porque el Señor, a quién mereciste llevar, aleluya,
ha resucitado, según su palabra, aleluya.
Ruega a Dios por nosotros, aleluya.
V. Gózate y alégrate, Virgen María, aleluya.
R. Porque resucitó verdaderamente el Señor, aleluya.
Oración- ¡Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado alegrar al mundo!.
Concedemos, te rogamos, que por la intercesión de su Madre, la Virgen María, alcancemos los gozos de la vida eterna. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amen
26
BENDICIÓN DE LA MESA
Bendice, Señor, los alimentos que vamos a tomar;
que nos den fuerzas para hacer el bién a los demás.
-------------------
Dios, que nos ha dado para hoy,
nos dé para mañana;
su gracia y su bendición,
salud para el cuerpo y salvación para el alma. Amén
----------------------
Te damos gracias, Padre de bondad, por el alimento
que nos regalas y por todos tus beneficios;
a tí, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.
27
AL ACOSTARSE
Te adoro, Señor y Padre mio,
y te amo con todo mi corazón.
Te doy gracias por haberme creado y hecho cristiano
y por haberme conservado este día.
Guárdame en el descanso y líbrame de todos los peligros.
Perdona los males que hoy he cometido
y acepta el bien que he hecho.
Sálvame, Señor, despierto,
y protégeme mientras duermo,
para que viva con Cristo y descanse en paz. Amén.
--------------
Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía,
Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía,
Jesús, José y Maria, descanse con vosotros en paz el alma mía.
(Rezo del Padrenuestro y tres Avemarías)
28
LOS SACRAMENTOS
Lo sacramentos son siete:
El primero, Bautismo.
El segundo, Confirmación.
El tercero, Penitencia.
El cuarto, Eucaristía.
El quinto, Unción de los enfermos.
El sexto, Orden Sacerdotal.
El séptimo, Matrimonio.
El Bautismo y la Confirmación, sacramentos de la iniciación cristiana, suelen recibirse de niño y de joven, una sola vez.
La Penitencia (confesión) y la Eucaristía (comunión) deben recibirse con frecuencia.
El Matrimonio y el Orden Sacerdotal sirven a la edificación y salvación de los demás, por medio de los cónyuges cristianos y
de los ministros sagrados. La Unción de los enfermos reconforta a los atribulados por la enfermedad.
EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA.
. Para una buena confesión es necesario:
- el examen de conciencia, para poner toda la vida a la luz del Evangelio;
- el dolor de los pecados (contrición), por haber ofendido a Dios;
- el propósito de la enmienda, porque quieres cambiar de vida, convertirse, con la gracia de Dios;
- la confesión de los pecados al sacerdote: expones todos tus pecados con sencillez y sinceridad;
- la satisfacción; cumplir la penitencia, reparar el daño causado al prójimo, restituir lo robad (bienes, fama...).
Examen de conciencia
Es necesario confesar los pecados graves, o "mortales", que son los que tienen como objeto una materia grave
(contra los Mandamientos), se cometen con pleno conocimiento y consentimiento deliberado. Sin embargo, para una más profunda y progresiva conversión, será bueno que también te arrepientas y confieses tus pecados veniales.
A continuación tienes un cuestionario (que incluyen virtudes y defectos) para ayudarte a examinar tu conciencia.
Primer Mandamiento
¿Tengo a Dios por encima de todo y trato de aumentar mi fe y mi amor a Dios? ¿He admitido en serio dudas contra las verdades de la fé? ¿He negado alguna verdad de fe? ¿He recibido indignamente algún sacramento? ¿He leído, visto o divulgado alguna publicación contraria a la fe católica? ¿He desesperado de mi salvación o he abusado de la confianza en Dios para pecar tranquilamente? ¿He hablado irreverentemente de las cosas y personas sagradas? ¿He practicado la superstición, el espiritismo y cosas semejantes?
Segundo Mandamiento
¿He blasfemado? ¿He pronunciado palabras injuriosas contra Dios, la Virgen María, los santos o las cosas sagradas, incluso delante de otros? ¿He dejado de cumplir culpablemente algún voto o promesa? ¿He pronunciado el santo nombre de Dios sin respeto e irreverentemente? ¿ He jurado con mentira o sin sinceridad?
Tercer Mandamiento (y Mandamientos de la Iglesia)
¿He santificado el domingo, asistiendo consciente y devotamente a la celebración de la Eucaristía y guardando el descanso sagrado? ¿Dedico el domingo a la familia, a obras de caridad, a cultivarme espiritual y humanamente? ¿Acepto con docilidad lo que me enseña la Iglesia? ¿Cumplo sus mandamientos?
Cuarto Mandamiento
¿Honro a mis padres con el amor, el respeto y la obediencia, o los maltrato y hago sufrir con mi conducta, mi soberbia, mi egoísmo o malos tratos? ¿Ayudo a mis padres en sus necesidades, enfermedad, ancianidad? ¿He reñido con mis hermanos, no me hablo con alguno de ellos, les tengo envidia o les he dado mal ejemplo?
Los padres habrán de preguntarse si tratan bien a sus hijos, les dan ejemplo, cuidan de su formación cristiana.... Y los esposos, si toman en serio el amor conyugal.
Quinto Mandamiento
¿Tengo odio, rencor o enemistad con alguien? ¿He deseado algún mal a mi prójimo? ¿He tratado mal a alguien con envidia, ira, desprecio, burla? ¿He escandalizado a otros, induciéndolos al mal? ¿He causado algún mal físico a otros? ¿He quitado la vida a alguien, en todos los sentidos? ¿He abortado o colaborado en aborto o eutanasia? ¿He conducido imprudentemente el coche o la motocicleta? ¿He atentado contra mi vida? ¿Me he dejado llevar de la gula? ?He tomado drogas, o alcohol en exceso? ¿He corregido evangélicamente al prójimo, para que evite los peligros físicos o espirituales?
Sexto y noveno Mandamiento
¿Me he entretenido en pensamientos, deseos o recuerdos impuros? ¿He guardado debidamente la vista y demás sentidos? ¿He cometido -o deseado-alguna acción impura; solo o con otros, de distinto o del mismo sexo, parientes, consagrados, menores de edad? ¿Me he puesto en peligro consciente de pecado; diversiones, lecturas, espectáculos, páginas indecentes de internet? ¿Tengo amistades peligrosas? ¿Guardo la debida castidad en el noviazgo o en el matrimonio?
Séptimo Mandamiento
¿He robado alguna cosa o cantidad de dinero? ¿Lo he devuelto? ¿Cumplo fielmente mis deberes sociales, impuestos, seguros, votaciones, etc.? ¿Me tomo en serio el precepto divino del trabajo, que para algunos se concreta en el estudio? ¿Reacciono como cristiano contra abusos e injusticias que perjudican a los más débiles? ¿He apoyado programas, de acción social o política, inmorales y anticristianos? ¿Contribuyo con mis bienes a las necesidades de la Iglesia y de los pobres?
Octavo Mandamiento
¿He mentido? ?He reparado el daño derivado de mis mentiras? ¿He criticado a otros, descubriendo faltas graves? ¿He violado la intimidad de otros; correspondencia, conversaciones, secretos? ¿He hecho juicios temerarios contra el prójimo? ¿Los he comunicado a otra persona? ¿He rectificado ese juicio erróneo? ¿He calumniado a otros atribuyéndoles algo que es falso? ¿He reparado o estoy dispuesto a reparar esa calumnia? ¿Soy consciente de que, por encima de las diferencias ideológicas o políticas que dividen, está el amor cristiano que ama al adversario?
29
LA SANTA MISA
Todos los domingos y fiestas de precepto debes participar en la celebración de la Eucaristía, la Santa Misa, y procura comulgar. Si has cometido algún pecado, confiésate y celebra el domingo, dia del Señor, en unión con todos los cristianos del mundo. Para participar activamente en la celebración, lee y aprende las oraciones y respuestas que hay a continuación
Saludo inicial;
SACERDOTE: En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.
TODOS: Amén.
SACERDOTE: La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos vosotros.
TODOS: Y con tu espíritu.
Acto penitencial:
SACERDOTE: Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados.
TODOS: Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante vosotros, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión.
Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa Maria, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a vosotros, hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, nuestro Señor.
SACERDOTE: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
TODOS: Amén
SACERDOTE: Señor ten piedad.
TODOS: Señor, ten piedad.
SACERDOTE: Cristo, ten piedad.
TODOS: Cristo, ten piedad.
SACERDOTE: Señor, ten piedad.
TODOS: Señor, ten piedad.
Gloria:
Gloria a Dios en el cielo,
y en la tierra paz a los hombre que ama el Señor.
Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos,
te adoramos, te glorificamos, te damos gracias.
Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso.
Señor Hijo único, Jesucristo,
Señor Dios Cordero de Dios, Hijo del Padre;
Tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
Tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica;
Tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros;
Porque sólo tú eres Santo, sólo tú Señor,
sólo tú Altísimo Jesucristo.
Con el Espíritu Santo, en la gloria de Dios Padre. Amén.
Final de la oración:
SACERDOTE: Por Jesucristo.... que vive y reina por los siglos de los siglos (Otras oraciones: Por Jesucristo nuestro Señor).
TODOS: Amén.
Final de las lecturas:
Lector: Palabra de Dios.
TODOS: Te alabamos, Señor.
Evangelio:
SACERDOTE: El Señor, esté con vosotros.
TODOS: Y con tu espíritu.
SACERDOTE: Lectura del Santo Evangelio, según San.....
TODOS: Gloria a tí, Señor.
SACERDOTE (final) Palabra del Señor.
TODOS: Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE: CREDO APOSTÓLICO.
Creo en Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado
a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica,
la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Presentación de las ofrendas:
SACERDOTE: (Pan) Bendito seas, Señor... será para nosotros pan de vida.
TODOS: Bendito seas por siempre, Señor.
SACERDOTE: (Vino) Bendito seas, Señor......será para nosotros bebida de salvación.
TODOS: Bendito seas por siempre, Señor.
SACERDOTE: Orad, hermanos, para que este sacrificio, mío y vuestro, sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
TODOS: El Señor reciba de tus manos este sacrificio para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y de toda su santa iglesia.
PLEGARIA EUCARISTICA
Prefacio:
SACERDOTE: El Señor esté con vosotros.
TODOS: Y con tu espíritu.
SACERDOTE: Levantemos el corazón.
TODOS: Lo tenemos levantado hacia el Señor.
SACERDOTE: Demos gracias al Señor nuestro Dios.
TODOS: Es justo y necesario.
SACERDOTE: (proclama el Prefacio)
TODOS: Santo, Santo, Santo
es el Señor, Dios del universo.
Llenos están los cielos y la tierra de tu gloria.
Hosanna en el cielo.
Bendito el que viene en nombre del Señor.
Hosanna en el cielo.
Después de la Consagración:
SACERDOTE: Éste es el Sacramento de nuestra fe.
TODOS: Anunciamos tu muerte,
proclamamos tu Resurrección.
¡Ven, Señor Jesús!
Final de la Plegaria Eucarística.
SACERDOTE: Por Cristo....todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos.
TODOS: Amén.
Rito de la Comunión:
-Recitación del Padrenuestro....
SACERDOTE: Líbranos....esperamos la venida gloriosa de nuestro Señor Jesucristo.
TODOS: Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.
Rito de La Paz
SACERDOTE: Señor Jesucristo...... tu que vives y reinas por los siglos de los siglos.
TODOS: Amén.
SACERDOTE: La paz del Señor esté siempre con vosotros.
TODOS: Y con tu espíritu.
SACERDOTE: Daos fraternalmente la paz.
(se dá la paz a los más cercanos, diciendo:
La paz sea contigo).
TODOS: Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros (dos veces).
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, danos la paz.
Comunión:
SACERDOTE: Éste es el Cordero.... dichosos los invitados a la Cena del Señor.
TODOS: Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.
SACERDOTE: El Cuerpo de Cristo.
COMULGANTE. Amén
Rito de despedida:
SACERDOTE: El Señor esté con vosotros.
TODOS: Y con tu espíritu.
SACERDOTE: La bendición de Dios....descienda sobre nosotros.
TODOS: Amén.
SACERDOTE: Podéis ir en paz.
TODOS: Demos gracias a Dios
30
EL ROSARIO
LUNES
Misterios Gozosos.
MARTES
Misterios Dolorosos.
MIERCOLES
Misterios Gloriosos.
JUEVES
Misterios Luminosos.
VIERNES
Misterios Dolorosos.
SABADO
Misterios Gozosos.
DOMINGO
Misterios Gloriosos.
LETANIAS
Después del enunciado de cada Misterio que se ha de meditar, se reza un Padrenuestro, diez Avemarías y el Gloria
LUNES
SABADO
“El Ángel, entrando en la presencia de María, le dijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo... Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. María contestó: Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra” (Cf. Lc. 1, 26-38)
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
“María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, y saludó a Isabel. Isabel dijo a voz en grito: ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! Dichosa tú que has creído. María dijo: Proclama mi alma la grandeza del Señor” (Cf. Lc. 1, 39-56)
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
Mientras estaban en Belén, le llegó a María el tiempo del parto y dio a luz a su Hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada. Un ángel se apareció a unos pastores y les dijo: Hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor (Cf. (Lc. 2, 1-14)
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
Los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor. Simeón lo tomó en brazos y dijo: Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador. (Cf. Lc.2, 22-40)
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron sus padres con él a Jerusalén por las fiestas de Pascua. Cuando terminó, se volvieron; pero el Niño Jesús se quedó en Jerusalén. A los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros. (Lc.2, 41-52)
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
IR A LETANIAS
LETANIAS
LETANIAS
Señor, ten piedad. R
Cristo, ten piedad. R
Señor, ten piedad. R
Cristo, ten piedad. R
Señor, ten piedad. R
Cristo, óyenos. R
Cristo, escúchanos. R
Dios, Padre celestial,
ten misericordia de nosotros.
Dios, Hijo, Redentor del mundo,
ten misericordia de nosotros.
Dios, Espíritu Santo,
ten misericordia de nosotros.
Santísima Trinidad, un solo Dios,
ten misericordia de nosotros.
Santa María, Ruega por nosotros.
Santa Madre de Dios, R.
Santa Virgen de las Vírgenes, R.
Madre de Cristo, R.
Madre de la Iglesia, R.
Madre de la divina gracia, R.
Madre purísima, R.
Madre castísima, R.
Madre siempre virgen, R.
Madre inmaculada, R.
Madre amable, R.
Madre admirable, R.
Madre del buen consejo, R.
Madre del Creador, R.
Madre del Salvador, R.
Madre de misericordia, R.
Virgen prudentísima, R.
Virgen digna de veneración, R.
Virgen digna de alabanza, R.
Virgen poderosa, R.
Virgen clemente, R.
Virgen fiel, R.
Espejo de justicia, R.
Trono de la sabiduría, R.
Causa de nuestra alegría, R.
Vaso espiritual, R.
Vaso digno de honor, R.
Vaso de insigne devoción, R.
Rosa mística, R.
Torre de David, R.
Torre de marfil, R.
Casa de oro, R.
Arca de la Alianza, R.
Puerta del cielo, R.
Estrella de la mañana, R.
Salud de los enfermos, R.
Refugio de los pecadores, R.
Consoladora de los afligidos, R.
Auxilio de los cristianos, R.
Reina de los Ángeles, R.
Reina de los Patriarcas, R.
Reina de los Profetas, R.
Reina de los Apóstoles, R.
Reina de los Mártires, R.
Reina de los Confesores, R.
Reina de las Vírgenes, R.
Reina de todos los Santos, R.
Reina concebida sin pecado original, R.
Reina asunta a los Cielos, R.
Reina del Santísimo Rosario, R.
Reina de la familia, R.
Reina de la paz, R.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo,
ten misericordia de nosotros.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de las promesas de Cristo.
ORACIÓN.
Te rogamos nos concedas,
Señor Dios nuestro,
gozar de continua salud de alma y cuerpo,
y por la gloriosa intercesión
de la bienaventurada siempre Virgen María,
vernos libres de las tristezas de la vida presente
y disfrutar de las alegrías eternas.
Por Cristo nuestro Señor.
Amén.
MARTES
VIERNES
Jesús se apartó de los discípulos como un tiro de piedra, y, puesto de rodillas, oraba diciendo: Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. En medio de su angustia oraba con mayor insistencia. (Cf. Lc. 22, 39-42).
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
Todos lo declararon reo de muerte. Algunos se pusieron a escupirle, y tapándole la cara, lo abofeteaban y le decían: Haz de profeta. Y los criados le daban bofetadas. Pilatos tomó a Jesús y mandó que lo azotaran. (Mc.14, 65; Jo.19, 1)
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
Los soldados trenzaron una corona de espinas, se la pusieron en la cabeza y le vistieron un manto color púrpura. Y acercándose le decían: Salve, rey de los judíos. Y le daban bofetadas. (Cf. Jo. 19, 2-3)
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
Tomaron a Jesús, y él, cargando con la cruz, salió al sitio llamado de la Calavera. Lo seguía un gran gentío del pueblo, y de mujeres que se daban golpes y lanzaban lamentos por él. (Cf. Jo. 19, 16-17; Lc. 23, 27)
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
Lo crucificaron a él, y, con él, a otros dos, uno a cada lado y Jesús en medio. Junto a la cruz de Jesús estaba su Madre. Jesús, al ver a su Madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su Madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. (Cf. Jo. 19, 18-30)
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
MIERCOLES
DOMINGO
Al alborear el primer día de la semana, fueron María la Magdalena y la otra maría a ver el sepulcro... Un ángel del Señor dijo a las
mujeres: Vosotras no temáis, ya sé que buscáis a Jesús, el crucificado. No está aquí. ¡Ha resucitado! Venid a ver el sitio donde yacía e id aprisa a decir a sus discípulo: ha resucitado. (Cf. Mt. 28, 1-8).
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
Jesús dijo a sus discípulos: Sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. El Señor Jesús, después de hablarles, ascendió a los cielos y se sentó a la derecha de Dios. ( Cf. Mt. 28, 20; Mc. 16, 19)
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
De repente, un ruido del cielo, como de un viento recio, resonó en toda la casa donde estaban los discípulos. Vieron aparecer unas lenguas, como llamaradas, que se repartían posándose encima de cada uno. Se llenaron todos del Espíritu Santo. (Cf. Hechos 2, 1-4)
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
María dijo: Me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí. (Cf. Lc. 1, 48-49)
Toda hermosa eres, amada mía, no hay defecto en ti. Ven del Líbano, esposa mía, ven. (Cf. Cantar de los Cantares, 4, 7)
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
Una gran señal apareció en el cielo: una Mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza. (Cf. Apocalipsis, 12, 1)
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
JUEVES
Fue Jesús desde Galilea al Jordán y se presentó a Juan para que lo bautizara. Apenas se bautizó Jesús, salió del agua; se abrió el cielo y vio que el Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posó sobre él. Y vino una voz del cielo que decía: Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. (Mt.3, 13-17)
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
Había una boda en Caná de Galilea, y la Madre de Jesús estaba allí. Faltó el vino, y la Madre dijo a Jesús: No les queda vino. Luego dijo a los sirvientes: Haced lo que Él os diga... Así Jesús comenzó sus signos y creció la fe de los discípulos. (Cf. Jo. 2, 1-12)
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía: se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios; convertios y creed en el Evangelio. ( Cf. Mc. 1, 14-15)
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
Subió Jesús a una montaña muy alta y se transfiguró delante de Pedro, Santiago y Juan. Su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. Y una voz desde la nube decía: Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo. (Cf. Mt. 17, 1-9
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
Jesús, en la noche que iba a ser entregado, tomó un pan y pronunciando la Acción de gracias, lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que se entrega por vosotros. Lo mismo hizo con la copa, diciendo: Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre. (Cf. 1Co. 11, 23-26)
UN PADRENUESTRO, DIEZ AVEMARÍAS Y GLORIA
31
VIA CRUCIS
Al comenzar cada Estación se reza:
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador.
Y se termina con esta invocación:
Jesús, pequé; ten piedad y misericordia de mí
I ESTACIÓN
JESÚS ES CONDENADO A MUERTE
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador.
«Reo es de muerte», dijeron de Jesús los miembros del Sanedrín, y, como no podían ejecutar a nadie, lo llevaron de la casa de Caifás al Pretorio. Pilato no encontraba razones para condenar a Jesús, e incluso trató de liberarlo, pero, ante la presión amenazante del pueblo instigado por sus jefes: «¡Crucifícalo, crucifícalo!», «Si sueltas a ése, no eres amigo del César», pronunció la sentencia que le reclamaban y les entregó a Jesús, después de azotarlo, para que fuera crucificado.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Condenado muerte, Jesús quedó en manos de los soldados del procurador, que lo llevaron consigo al pretorio y, reunida la tropa, hicieron mofa de él. Llegada la hora, le quitaron el manto de púrpura con que lo habían vestido para la burla, le pusieron de nuevo sus ropas, le cargaron la cruz en que había de morir y salieron camino del Calvario para allí crucificarlo
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
II ESTACIÓN
JESÚS CARGA CON LA CRUZ
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador.
III ESTACIÓN
JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador.
Nuestro Salvador, agotadas las fuerzas por la sangre perdida en la flagelación, debilitado por la acerbidad de los sufrimientos físicos y morales que le infligieron aquella noche, en ayunas y sin haber dormido, apenas pudo dar algunos pasos y pronto cayó bajo el peso de la cruz. Se sucedieron los golpes e imprecaciones de los soldados, las risas y expectación del público. Jesús, con toda la fuerza de su voluntad y a empellones, logró levantarse para seguir su camino.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
En su camino hacia el Calvario, Jesús va envuelto por una multitud de soldados, jefes judíos, pueblo, gentes de buenos sentimientos... También se encuentra allí María, que no aparta la vista de su Hijo, quien, a su vez, la ha entrevisto en la muchedumbre. Pero llega un momento en que sus miradas se encuentran, la de la Madre que ve al Hijo destrozado, la de Jesús que ve a María triste y afligida, y en cada uno de ellos el dolor se hace mayor al contemplar el dolor del otro, a la vez que ambos se sienten consolados y confortados por el amor y la compasión que se transmiten.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
IV ESTACIÓN
JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador.
V ESTACIÓN
JESÚS ES AYUDADO POR EL CIRENEO
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador.
Jesús salió del pretorio llevando a cuestas su cruz, camino del Calvario; pero su primera caída puso de manifiesto el agotamiento del reo. Temerosos los soldados de que la víctima sucumbiese antes de hora, pensaron en buscarle un sustituto. Entonces el centurión obligó a un tal Simón de Cirene, que venía del campo y pasaba por allí, a que tomara la cruz sobre sus hombros y la llevara detrás de Jesús. Tal vez Simón tomó la cruz de mala gana y a la fuerza, pero luego, movido por el ejemplo de Cristo y tocado por la gracia, la abrazó con resignación y amor y fue para él y sus hijos el origen de su conversión.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Dice el profeta Isaías: «No tenía apariencia ni presencia; lo vimos y no tenía aspecto que pudiésemos estimar. Despreciable y desecho de hombres, varón de dolores y sabedor de dolencias, como uno ante quien se oculta el rostro, despreciable, y no lo tuvimos en cuenta». Es la descripción profética de la figura de Jesús camino del Calvario, con el rostro desfigurado por el sufrimiento, la sangre, los salivazos, el polvo, el sudor... Entonces, una mujer del pueblo, Verónica de nombre, se abrió paso entre la muchedumbre llevando un lienzo con el que limpió piadosamente el rostro de Jesús. El Señor, como respuesta de gratitud, le dejó grabada en él su Santa Faz.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
VI ESTACIÓN
LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador.
VII ESTACIÓN
JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador.
Jesús había tomado de nuevo la cruz y con ella a cuestas llegó a la cima de la empinada calle que daba a una de las puertas de la ciudad. Allí, extenuado, sin fuerzas, cayó por segunda vez bajo el peso de la cruz. Faltaba poco para llegar al sitio en que tenía que ser crucificado, y Jesús, empeñado en llevar a cabo hasta la meta los planes de Dios, aún logró reunir fuerzas, levantarse y proseguir su camino
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Dice el evangelista San Lucas que a Jesús, camino del Calvario, lo seguía una gran multitud del pueblo; y unas mujeres se dolían y se lamentaban por Él. Jesús, volviéndose a ellas les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos»; añadiéndoles, en figuras, que si la ira de Dios se ensañaba como veían con el Justo, ya podían pensar cómo lo haría con los culpables.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
VIII ESTACIÓN
JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador.
IX ESTACIÓN
JESÚS CAE POR TERCERA VEZ
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador.
Una vez llegado al Calvario, en la cercanía inmediata del punto en que iba a ser crucificado, Jesús cayó por tercera vez, exhausto y sin arrestos ya para levantarse. Las condiciones en que venía y la continua subida lo habían dejado sin aliento. Había mantenido su decisión de secundar los planes de Dios, a los que servían los planes de los hombres, y así había alcanzado, aunque con un total agotamiento, los pies del altar en que había de ser inmolado.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Ya en el Calvario y antes de crucificar a Jesús, le dieron a beber vino mezclado con mirra; era una piadosa costumbre de los judíos para amortiguar la sensibilidad del que iba a ser ajusticiado. Jesús lo probo, como gesto de cortesía, pero no quiso beberlo; prefería mantener la plena lucidez y conciencia en los momentos supremos de su sacrificio. Por otra parte, los soldados despojaron a Jesús, sin cuidado ni delicadeza alguna, de sus ropas, incluidas las que estaban pegadas en la carne viva, y, después de la crucifixión, se las repartieron.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
X ESTACIÓN
JESÚS ES DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador.
XI ESTACIÓN
JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador.
«Y lo crucificaron», dicen escuetamente los evangelistas. Había llegado el momento terrible de la crucifixión, y Jesús fue fijado en la cruz con cuatro clavos de hierro que le taladraban las manos y los pies. Levantaron la cruz en alto y el cuerpo de Cristo quedó entre cielo y tierra, pendiente de los clavos y apoyado en un saliente que había a mitad del palo vertical. En la parte superior de este palo, encima de la cabeza de Jesús, pusieron el título o causa de la condenación: «Jesús el Nazareno, el Rey de los judíos». También crucificaron con él a dos ladrones, uno a su derecha y el otro a su izquierda
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
Desde la crucifixión hasta la muerte transcurrieron tres largas horas que fueron de mortal agonía para Jesús y de altísimas enseñanzas para nosotros. Desde el principio, muchos de los presentes, incluidas las autoridades religiosas, se desataron en ultrajes y escarnios contra el Crucificado. Poco después ocurrió el episodio del buen ladrón, a quien dijo Jesús: «Hoy estarás conmigo en el paraíso». San Juan nos refiere otro episodio emocionante por demás: Viendo Jesús a su Madre junto a la cruz y con ella a Juan, dice a su Madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo»; luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre»; y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa. Después de esto, nos dice el mismo evangelista, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, dijo: «Tengo sed». Tomó el vinagre que le acercaron, y añadió: «Todo está cumplido». E inclinando la cabeza entregó el espíritu.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
XII ESTACIÓN
JESÚS MUERE EN LA CRUZ
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador.
XIII ESTACIÓN
JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ
Y PUESTO EN LOS BRAZOS DE SU MADRE
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador.
Para que los cadáveres no quedaran en la cruz al día siguiente, que era un sábado muy solemne para los judíos, éstos rogaron a Pilato que les quebraran las piernas y los retiraran; los soldados sólo quebraron las piernas de los otros dos, y a Jesús, que ya había muerto, uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza. Después, José de Arimatea y Nicodemo, discípulos de Jesús, obtenido el permiso de Pilato y ayudados por sus criados o por otros discípulos del Maestro, se acercaron a la cruz, desclavaron cuidadosa y reverentemente los clavos de las manos y los pies y con todo miramiento lo descolgaron. Al pie de la cruz estaba la Madre, que recibió en sus brazos y puso en su regazo maternal el cuerpo sin vida de su Hijo.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
José de Arimatea y Nicodemo tomaron luego el cuerpo de Jesús de los brazos de María y lo envolvieron en una sábana limpia que José había comprado. Cerca de allí tenía José un sepulcro nuevo que había cavado para sí mismo, y en él enterraron a Jesús. Mientras los varones procedían a la sepultura de Cristo, las santas mujeres que solían acompañarlo, y sin duda su Madre, estaban sentadas frente al sepulcro y observaban dónde y cómo quedaba colocado el cuerpo. Después, hicieron rodar una gran piedra hasta la entrada del sepulcro, y regresaron todos a Jerusalén.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
XIV ESTACIÓN
JESÚS ES SEPULTADO
V. Te adoramos, Cristo, y te bendecimos.
R. Porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo, y a mí pecador.
32
LOS MANDAMIENTOS
El primero
Amarás a Dios sobre todas las cosas.
El segundo
No tomarás el nombre de Dios en vano.
El tercero
Santificarás las fiestas.
El cuarto
Honrarás a tu padre y a tu madre.
El quinto
No matarás.
El sexto
No cometerás actos impuros.
El séptimo
No robarás.
El octavo
No dirás falsos testimonios ni mentirás
El noveno
No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
El décimo
No codiciarás los bienes ajenos.
Estos Diez Mandamientos se resumen en dos:
Amarás a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.
33
LAS BIENAVENTURANZAS
Bienaventurados los pobres de espíritu
porque de ellos es el Reino de los cielos.
Bienaventurados los mansos
porque ellos poseerán en herencia la tierra.
Bienaventurados los que lloran
porque ellos serán consolados.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia
porque ellos quedarán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos
porque ellos alcanzarán la misericordia.
Bienaventurados los limpios de corazón
porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los que buscan la paz
porque ellos serán llamados Hijos de Dios.
Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia
porque de ellos es el Reino de los cielos.
Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y
digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por
mi causa.
Alegraos y regocijaros porque vuestra recompensa será
grande en los cielos (Mt 5, 3-12
38
LAS CATORCE OBRAS DE MISERICORDIA
Las siete espirituales son:
1ª .- Enseñar al que no sabe
2ª.- Dar buen consejo al que lo necesita
3ª.- Corregir al que yerra
4ª.- Perdonar las injurias
5ª.- Consolar al triste
6ª.- Sufrir con paciencia los defectos del prójimo
7ª.- Rogar a Dios por vivos y difuntos.
Las siete corporales son:
1ª.- Visitar y cuidar a los enfermos
2ª.- Dar de comer al hambriento
3ª.- Dar de beber al sediento
4ª.- Dar posada al peregrino
5ª.- Vestir al desnudo
6ª.- Redimir al cautivo
7ª.- Enterrar a los muertos.
40
LOS MANDAMIENTOS DE LA IGLESIA
El primero, oír misa entera todos los domingos y demás fiestas de precepto, y no realizar trabajos serviles.
El segundo, confesar los pecados al menos una vez al año.
El tercero, recibir el sacramento de la Eucaristía al menos por Pascua.
El cuarto, abstenerse de comer carne y ayunar en los días establecidos por la Iglesia (ayuno y abstinencia: el miércoles de ceniza y el viernes santo; abstinencia: los viernes de cuaresma.)
El quinto: ayudar a las necesidades de la Iglesia.
41
CANTO DEL MAGNÍFICAT
Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el todo poderoso ha hecho conmigo cosas grandes, su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
El hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.
42
SALVE REGINA
Salve, Regina, Mater misericórdiae:
Vita, dulcedo, et spes nostra, salve.
Ad te clamamus, éxsules, filli Hevae.
Ad te suspiramus, gementes
et flentes in hac lacrimarum valle.
Eia ergo Advocata nostra,
illos túos misericordes óculos ad nos converte.
Et Jesum, benedictum fructum ventris tui,
nobis post hoc exsílium ostende.
O Clemens: O pía: O dulcis Virgo María.
43
CREDO DE LOS APOSTOLES
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo.
Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, todopoderoso.
Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica
la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurección de la carne y la vida eterna. Amén
CREDO DE NICEA - CONSTANTINOPLA (CREDO LARGO)
"Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra,
de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo,
Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos:
Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero,
engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre,
por quien todo fue hecho;
que por nosotros lo hombres,
y por nuestra salvación bajó del cielo,
y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen,
y se hizo hombre;
y por nuestra causa fue crucificado
en tiempos de Poncio Pilato;
padeció y fue sepultado,
y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo,
y está sentado a la derecha del Padre;
y de nuevo vendrá con gloria
para juzgar a vivos y muertos,
y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo,
Señor y dador de vida,
que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo
recibe una misma adoración y gloria,
y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica.
Confieso que hay un solo bautismo
para el perdón de los pecados.
Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro
Amén.